jueves, 24 de abril de 2014

Pretensión

El azar puso a un sujeto de camisa junto a la chica más hermosa que ha subido a una combi, el hombre la mira y sus pestañas desabrochan los ajustados botones de la blusa que lleva la bella pasajera. Él se acomoda y usa el teléfono celular, habla con voz segura sobre proyectos, sonríe y más proyectos, enfatiza cuando pronuncia: mi auto, mi casa, mi banco, mis tarjetas. Presume un viaje importante y en ese momento se entromete la melodía delatora. Observa a todos y viceversa, se llena de sudor y contesta la auténtica llamada, mientras un pasajero emite la risa más cachosa y oportuna que he oído.

No hay comentarios:

Publicar un comentario